Los cientos de turistas que visitan a diario esta pequeña urbe se van pensando en volver a recorrer sus históricos rincones, navegar por los fiordos que la rodean, probar su gastronomía fascinante con sabores de mar y tierra, disfrutar de su hotelería y de la diversa oferta de actividades, como la que Vertice Travel puede preparar para vivir una aventura inolvidable.
Siendo una de las principales ciudades de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, Puerto Natales mantiene una mezcla entre el rescate de su patrimonio cultural con la modernidad y comodidad para visitantes que a diario llegan por cielo, mar y tierra para darles la bienvenida.
Sus calles albergan alojamientos, cafés y restaurantes para todos los gustos y presupuestos; su costanera, bañada por las aguas del Canal Señoret, permite apreciar aves silvestres, como cisnes de cuello negro o flamencos, posando para postales inmortales en los restos del famoso muelle histórico que trae al presente el recuerdo de una época de gloria de la colonización y el apogeo de la industria ganadera.
La belleza de la ciudad también puede admirarse desde las alturas, y no se necesita un avión. Con un trekking de mediana intensidad se puede subir al cerro Benítez o al cerro Dorotea y desde sus miradores ver el paisaje como si fuese un lienzo de pintura con sus lagos, bosques, pampa y hielo. Encontrarse con un cóndor podría ser un sueño perfecto y no imposible.
Pero la historia de Puerto Natales y sus alrededores comenzó mucho antes, hace 12.000 años el hombre primitivo patagónico habría vivido en la Cueva del Milodón, monumento natural de grandes proporciones donde se han encontrado restos y piel de un animal extinto llamado Milodón de Darwin. Caminar por sus cavernas hace viajar al pasado y ser testigo del valor prehistórico de Chile.
A poco más de 100 kilómetros de la ciudad está el acceso noroeste del Parque Nacional Torres del Paine, son cerca de dos horas de viaje por tierra que permiten admirar la pampa, escuchar el sonido del viento y, si es posible, admirar fauna silvestre como guanacos y zorros, y flora patagónica como la clásica estepa y matorrales.
Si el clima lo permite, se puede navegar por el fiordo Última Esperanza hacia los glaciares Serrano y Balmaceda en el Parque Nacional Bernardo O’Higgins; estos monumentales bloques de hielo son parte de Campos de Hielo Sur y suelen ser todo un espectáculo cuando caen al agua sus témpanos. Mismas gélidas aguas donde navegaba el pueblo kawésqar para ir de una costa a otra en busca de refugio y alimento.
Vertice Travel puede hacer que la aventura comience justamente en Puerto Natales, adaptando una programación de viaje a la medida. Con adrenalina, siguiendo desafiantes circuitos en las alturas de cerros y glaciares o recorriendo lagos en kayak. Si se busca más tranquilidad, caminatas entre el espesor de bosques de lenga escuchando el sonido de los pájaros, o hacer un safari fotográfico esperando con paciencia el encuadre perfecto de flora y fauna silvestre, puede ser una mejor opción.